sábado, 23 de agosto de 2008

Parménides de Elea - El Ser.

Parménides quien posiblemente vivió entre los años 580 y 485 A.C., es el principal representante de la Escuela de Elea, y expuso sus ideas - en cuanto ha llegado hasta nosotros - en un poema titulado “Acerca de la naturaleza”, en el cual expone cómo la diosa Diké le mostró las vías del conocimiento, y del cual han subsistido extensos fragmentos. Se afirma que siendo ya anciano viajó a Atenas, donde fue escuchado por Sócrates.
Parménides se constituyó en un persistente crítico de la doctrina de Heráclito y de las representaciones de la Escuela de Mileto, invocando una exigencia intelectual de no contradicción; por considerar que la concepción de las teorías basadas en el movimiento implicaban una contradicción lógica, que hacía que fuera absurda la filosofía de Heráclito.
Parménides sostiene que para comprender la esencia de la naturaleza hace falta disponer de un principio racional que nunca falle, por lo que critica las posiciones anteriores señalando que una cosa no puede al tiempo ser lo que es, y ser lo que no es; de manera que el movimiento, considerado como paso del no ser al ser - como resultaría de la tesis de Heráclito - es imposible.
Dice que la diosa Diké le mostró que hay una vía del conocimiento que es la opinión , que fue la que siguiera Heráclito y los filósofos de la escuela de Mileto, pero que se fía de los sentidos y ve lo cambiante del mundo de las apariencias, por lo cual no conduce a la verdad. En cambio, existe la otra vía que es la de la lógica que gobierna la razón , que es la única que conduce a la verdad.
Él aboga por la existencia del Ser absoluto, conforme al cual “el Ser es, y el No Ser no es”. El Ser es lo estable y permanente; no es sensible ya que los sentidos sólo pueden captar la diversidad de lo cambiante, es puramente alcanzable e inteligible para la razón.
Por medio de la lógica y la razón, es posible conocer las características del Ser ; tales como que no tiene principio ni fin , porque si hubiera tenido principio tendría que haber surgido ya fuera del Ser o del No Ser. En el primer caso habría surgido de sí mismo y existía antes de tener origen; pero en el segundo caso, al surgir del No Ser tampoco habría podido existir.
El mismo razonamiento es válido para ver que el Ser no puede tener fin; porque si terminara en el Ser estaría limitado consigo mismo, lo cual es no tener limitación; y si terminara en el No Ser en realidad no tendría límite en nada.
Empleando el mismo método de análisis lógico, Parménides va demostrando que el Ser ha sido siempre, que es y continuará siendo; que es único, eterno e inmóvil.
Finalmente, su razonamiento lo conduce a afirmar que la realidad conformada por el Ser verdadero no puede ser conocida por los sentidos; que los sentidos nos muestran una realidad variada y cambiante pero que es contraria a lo que nos ha enseñado la razón, por lo cual los fenómenos de la naturaleza resultan ser una mera apariencia, al igual que el movimiento, cuya existencia niega.
Parménides afirma, en conclusión que lo único que verdaderamente existe es un mundo que está más allá de los sentidos; en el cual las propiedades esenciales del ser son las mismas que las propiedades del pensamiento: “Una, y la misma cosa, es pensar y ser”, sostiene.
De esta manera, Parménides resulta ser un precursor del idealismo de Platón, e inaugura la metafísica, al sentar firmemente el concepto de que la unidad no explica la multiplicidad, sino que la unidad no resulta otra cosa que la unidad misma.

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