sábado, 23 de agosto de 2008

Los filósofos jonios.

Tales de Mileto, que vivió probablemente entre 636 y 546 A.C. es considerado el fundador de la filosofia griega. Ya en la antigüedad fue incluído como uno de los siete sabios de Grecia, habiendo sido reconocido como matemático y astrónomo. Habiendo viajado a Egipto, se estima que recogió allí lo esencial de los conocimientos en materia de geometría, en base a los que desarrolló su famoso teorema de la proporcionalidad de los segmentos de rectas inclinadas sobre un sistema de paralelas. En lo que se refiere a la astronomía, se le atribuye haber efectuado por primera vez la predicción de un eclipse que habría tenido lugar en 585 A.C.; y asimismo haber escrito un manual de navegación basado en la constelación de la Osa Menor, un tratado sobre los solsticios y otro sobre los equinoccios.
Sentó el concepto de que los principios de las cosas son aquellos que proceden de la materia de la naturaleza. Sus afirmaciones principales fueron que “Todo es agua” y que “Todo está lleno de dioses” (daimones).
Sostenía Tales que la arkhé o sea el principio de todas las cosas, su origen, era el agua. En su concepto, la Tierra era un disco que flotaba sobre el agua del océano; el agua era el origen de la vida, y de tal manera todas las cosas de alguna forma estaban vinculadas con el agua. Por otra parte, era el agua lo que confería a todas las cosas su misma condición de movilidad e inestabilidad, lo que para Tales constituía la explicación de lo cambiante del mundo real.
La segunda afirmación de Tales es interpretada en el sentido de que todas las cosas están afectadas por un principio que les da vida; con el alcance de que la vida está presente en toda la realidad. Por ello, para Tales, el Universo se explica por sí mismo, es autosuficiente. Tales, al igual que Anaximandro y Anaxímenes conciben a la materia como algo viviente, por lo que se les denomina “hilozoístas”.
Lo importante en estas afirmaciones de Tales, es que su concepción carece de componentes míticos o fantasiosos. No se refiere al agua como algo sobrenatural, del modo en que lo hace Hesíodo al referirse al océano como una divinidad; sino que lo hace aludiendo al agua como un elemento físico, tal como aparece en la naturaleza, de tal manera que su construcción es absolutamente intelectual y conceptual.

Anaximando de Mileto, que fue discípulo de Tales, pudo haber vivido entre 611 y 547 A.C. Se apartó de la concepción de su maestro, considerando que la arkhé era el principio común a todas las cosas en su diversidad; de manera que nunca podría ser algo concreto como el agua.
Para Anaximandro, el principio de todo es lo indeterminado, lo indefinido, lo ilimitado lo infinito; para lo cual empleaba el término “to àperion”; lo que Aristóteles posteriormente llamaría materia prima, pero que Anaximandro utiliza con un alcance más abstracto, con referencia a la existencia de un material común a todas las cosas y seres materiales.

Anaxímedes de Mileto, de quien se cree haya vivido entre 588 y 524 A.C., compartía el concepto de que existía una arkhé concreta, aunque para él era el aire; de cuya condensación se originan todas las cosas.
Su fundamento para sostener tal cosa, era que el aire es necesario para todo lo que tiene vida. Al mismo tiempo, el aire sirve en la concepción de Anaxímedes al mismo fin de explicar lo cambiante de todas las cosas, como el agua para Tales. Se trata de un principio más leve que el agua, pero que tiene igualmente una naturaleza material; lo que permitía al filósofo considerar que el mundo estaba como flotando, suspendido en el aire.

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